Momentos antes, me habían regalado un cromo; entre colores negros, marinos, violetas, púrpuras y rosas se descubría un pasillo. Al mirarlo e imaginarlo como un camino, contesté: la salto o la rodeo.
No recuerdo lo que dijo que significaba, creo que tenía algo que ver con los problemas y la vida y la muerte o algo así.
El cromo formó parte de mi decoración durante muchos años, y a partir de entonces, he tenido un gusto casi obsesivo por las imágenes, fotografías, pinturas, reales o imaginarias, de caminos o pasillos.
Sigo pensando, que del otro lado el camino continúa y tengo todo para seguir caminando por él, un muro no es problema.
En éste pasillo pasé muy buenos ratos, a veces acompañada, a veces sola. Ahi escuché mis pasos y descubrí mi camino, ahi comencé a escribir y me maravillaba de la vida al ver como a media mañana, el sol le daba una luz simplemente hermosa y me hacia sentir cosas indecifrables.
Fué la primera vez que fotografíe un pasillo, un camino... y la tomé el último día que caminé por ahi.
Nostalgia pura.