No lo había terminado por falta de tiempo y sobre todo por falta de insomnio. Pero en éstas últimas semanas, se fue como agua. No es una maravilla, realmente es, a mi gusto, bastante simple. Más aún la primera parte, no acaba de cuajar, no termina de enganchar.. y cuando comencé a sentirme enganchada. Pum! ya se terminó.
Antes de los últimos dos o tres capítulos, se le revela al protagonista el meollo del asunto y la cosa se pone en pleno, emocionante, adictivo, la premisa gusta, los personajes interesan.. se vuelve emotivo incluso... y entonces se vuelve a caer en cuanto la historia se va por ramas de suspenso. Y aunque el final tiene emoción, no me terminó de convencer. Me quedó a deber, quizá, si le doy otra leída, le encuentre nuevas cosas.
Dentro de lo malo, lo bueno: No lo recomiendo al cien, pero no se me hizo un desperdicio de dinero.
Luis Racionero, 2010.
Ediciones B.
