incepto tantummodo opus est

miércoles, 19 de octubre de 2011

Justos por Pecadores

O lo que es lo mismo: estamos llenos de prejuicios... en contra de la gente que nos rodea, en cualquier ámbito, por lo tanto, en muchas ocasiones terminan pagando Justos por Pecadores.
Por qué vamos por la vida tratando a todos por igual? Y no digan que no, por que aunque seamos "adultos con criterio" y reconozcamos que ni todos los hombres ni todas las mujeres son iguales, dentro de nuestros oscuros pensamientos asi los vemos.
Me explico: Si por alguna razón terminamos con alguien, y ese alguien nos ha dejado una profunda herida emocional, el siguiente "alguien" tardará en convencernos, claro esta, y mientras, cualquier prospecto que creamos digno de detenernos en la línea de tiempo pasará por duras pruebas y a ver como le va.
La razón, toodos la sabemos: desconfianza; producto sin lugar a dudas, de malas experiencias y recuerdos. Si, podrán decirme que "tratan" de no ser asi, pero por mas que lo intentan, el resultado es el mismo: desconfianza absoluta. Lo peor del caso: que pueden no estar confiando en alguien que merece toda su confianza, paciencia, amor y respeto!!! Y por prejuiciosos, no lo vemos.
Si a la primera persona le pagaron todas las citas, regalaron lo mejor y mas bonito... a la siguiente: menos o nada. Si a la primera le contaron hasta lo mas pecaminoso que les pasó por la mente, con la siguiente se vuelven poco menos que mudos. Si llegaba tarde y pacientemente esperaban... se acabó, ahora la ley del 15 y eso si les va bien. Los caballeros se vuelven machos y las reinas unas brujas.
No creo que sea cuestión de madurez, ya que es a cualquier nivel, es franca no confianza por sobrevivencia mental, emocional o incluso económica.
No es sólo en el noviazgo, cuenten a los conocidos, vecinos, proveedores de servicios, doctores, compañeros de trabajo o escuela. Si por alguna razón "taparon" a algún compañero de trabajo o escuela en algo tan inocente como es una llegada tarde, por el sencillo hecho de ser buena gente, de conocerlo y hacerle el favor y éste llega y con la peor actitud (o el jefe/profesor) les reclama su acción, no volverán a decir ni "pio" por otro. Aunque lo merezca, aunque lo pida. No lo harán porque "puede ser igual que el anterior" (si lo hacen es porque lo pensaron muuuuucho y no se ven afectados en ningún aspecto). Si un hombre roba en su lugar de trabajo, el empleador dudará del resto y el nuevo que ocupe el puesto estará bajo supervisión microscópica. Aunque entregue cartas de honestidad desde el kinder. Cuántos ejemplos más se les ocurre? Muchos!!
Entonces, no que tratamos diferente a las personas porque son diferentes? Cómo garantizar que yo soy diferente y efectivamente ser tratada sin prejuicios? Qué me garantiza tratarte diferente, darte la confianza y quererte sin pensar que me tratarás igual que el otro? Porqué después de meter las manos al fuego por alguien que no lo merecía, después de amar a alguien con todos los poros y salir por la puerta trasera, terminamos irremediablemente ocultos entre actitudes banales e inapropiadas formando una capa protectora que puede llegar a ser tan confusa incluso para nosotros mismos?
Si, todo lo anterior queda en el aire cuando se trata de que debo aventarme sin red. Lanzar dardos hasta que uno finalmente dé en el centro. En pocas palabras, es un albur, un tiro al aire a ver qué pasa. Tener la valentía de abrir el caparazón y ser y sentir sin ser sentida.