incepto tantummodo opus est

jueves, 27 de enero de 2011

Exigencia

Al aire que se respira para llenar los pulmones
al agua que se bebe para inundar los lugares de carne y caminos de sangre.
A la cama, a la mesa y al tiempo que nos dan el disfrute...
al amor para amar el reflejo del espejo y amar al que esta junto
a la pasión para desbordarnos de lo físico
a la muerte para vivir
y a la vida para bien morir

Ni la muerte, ni el tiempo, ni el espejo tienen la obligación de darnos siquiera una mirada. Depende de nosotros mismos, de cuánto entra a nuestros pulmones y con cuánto nos ahogamos. Cuánto nos amamos y con qué nos desbordamos. El contar los años nos vuelve exigentes, pero Cuánto nos exigen? Quién nos exige? Nosotros mismos? Exigencia significa Obligación, por lo tanto nos obligamos (y nos obligan) a dar esa mirada a los otros. Estamos dispuestos a hacerlo? No es que esté mal ser "exigente" pero hasta dónde esa exigencia-obligación nos causa felicidad? Si a cada exigencia le sigue un paso de conocimiento, autoconocimiento y felicidad, vamos bien. Finalmente eso es lo que buscamos. Pero no olvidemos que tiene dos sentidos el camino.