He conocido, afortunadamente, a poca gente que es imprudente al hablar, al actuar y sobre todo al comportarse; soy una fanática de lo que considero buenas maneras, buena educación, todo a la capacidad que mi criterio y mi cuna me ha dado.
No me gusta llegar a casa ajena con las manos vacias, y menos que lleguen asi a la mia. Tener cinco minutos para conversar con quien sea, una palabra amable para todos; no voltear la cabeza cuando es inminente el encuentro, ser conscientes con animales, con todo lo viviente. Ayudar y tener conmiseración. Tener un poco de sentido común y mucho respeto hacia los demas.
Considero que así como estamos con los amigos para las fiestas, debemos estar para los velorios. No me meto en la vida privada de los demas y procuro no juzgar por lo que veo. Comportarse a la altura de las circunstancias sin que la misma se torne hipócrita debe ser importante.
Sin embargo, son otros tiempos, dicen por ahí, y cada dia es mas común conocer gente que ha olvidado las buenas costumbres. Llegan sin previo aviso, se esconden tras la cortina y apagan la luz para evitar a quien llega "sin invitación", reciben en la puerta, corren a la gente de sus fiestas, evitan a toda costa acompañar a "amigos" en los velorios, llegan de visita inoportuna en estados de ebriedad grave a medio dia en busqueda de mas alcohol, no saben cuando deben retirarse, no son buenos anfitriones, se comportan caprichosos y sus hijos son peores, etc. Ah, y por supuesto, hacen cada pregunta que cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta de que son incómodas.
Chequen el siguiente audio.
http://www.marthadebayle.com/index.php/radio/105-feb2012/763-21feb12
Nota:
Un día alguien me dijo: "Es que yo no voy ni a ver enfermos ni a velorios porque no sé qué decir ni cómo sentirme".
Espero un día se dé una vuelta por el presente espacio, escuche el siguiente audio y deseo, de verdad, que haya cambiado (o reflexione)
http://marthadebayle.com/index.php/tu-mejor-version/1132-etiqueta-en-un-funeral
