incepto tantummodo opus est

domingo, 2 de septiembre de 2012

Pietà


Hace muchos, muchos años, el Colegio de San Idelfonso se llenó del Arte del Vaticano. Pinturas, figuras de madera, ropajes, objetos usados en las misas, dibujos, manuscritos, etc. y las técnicas de la restauración (interactiva) ja! una clase que le hubiera venido bien a la mujer española que recién "restauró" allá en España jajaja.. perdón, regreso.
Todo lo anterior y por supuesto, la pieza que me dejó impactada aun siendo una réplica en yeso, fue la Pietà. No creo alcanzar a imaginar las emociones que puede inspirar la original!
Tanto me gustó que en mi biblioteca personal, guardo celosamente un libro dedicado a la pieza que cuenta con ciento cincuenta fotos desde todos los ángulos posibles y a los detalles más importanes para Robert Hupka.
Michelangelo Bounarotti (1475-1564), tenia 24 años cuando terminó de esculpir la Piedad en 1499, un trabajo que le llevó casi un año terminar. La hizo mucho antes de que el papa Julio II, le pidiera pintar la bóveda de la Capilla Sixtina. Y es la única pieza que porta la firma del artista (de hecho, es la fotografía con la que Hupka inicia la serie).
La Piedad, es fascinante, los relieves, la tersura, el brillo, la vida que pareciera tener. Tan llena de vida, tan llena de muerte. El dolor, la tranquilidad, no parece tener un ápice la dureza de la piedra, quizá su frialdad, mas bien parece que inmortalizó la escena viva, es como si bajo el mármol se encontrara piel y hueso. No exagero, es una maravilla hecha con el cincel de un "mortal".

Admiren.